Hace tiempo que decidí no dar a este blog personal un carácter reivindicativo. Estoy cansado de los devaneos del mundo de los divorcios y lo único que consigo es enfadarme.
Y esto es lo último que deseo, solo quiero continuar siendo feliz y recuperar a mis hijos.
Es difícil. En torno a estos conflictos postmatrimoniales hay un verdadero elenco de vividores y vividoras. Estos personajes saben aprovechar la emancipación de los derechos de la mujer y su nueva realidad, con un papel más activo, para acercarse al fuego que más calienta. Son especialistas en encender el conflicto, evitar los acuerdos y generar la sensación de que las mujeres son unos pobres seres indefensos. Llegan ellos y ellas a salvarlas tras pasar por la Administración Pública correspondiente para cobrar su subvención o sueldo.
Sin negar que muchas mujeres necesitan el apoyo institucional y la superación de sus conflictos con personas machistas, que los hay, no estoy de acuerdo en que a todos los que pidamos la Custodia Compartida se nos tilde de Machistas. Y hablo de abogados, políticos, profesionales de la subvención, mentes adormiladas, y mujeres que mienten y manipulan para conseguir vivir plácidamente subvencionadas por sus exmaridos.
Los españoles vivimos de las subvenciones… y así nos va: debemos pleitesía a quien nos paga.
Hace unos días encontré un blog que, bajo la supuesta neutralidad de género, nos quiere decir a todos cómo somos y cómo debemos pensar e inicié con su coordinador un debate respecto a la Custodia Compartida, que él ha cerrado eliminando mi último mensaje. Tal como le he comentado, continúo el debate en mi blog y si quiere que escriba. Esto es lo que le contesté (y no publicó él por su parte) a su último comentario:
Querido Chema,
He leído, tal como me aconsejas, parte de tu blog, no todo, pues tu infinita capacidad dialéctica me impide absorber tantas y tantas páginas escritas.
He llegado a la conclusión, gracias a tu sagacidad intelectual, que los nuevos hombres tenemos el gran reto de:
1. tratar como iguales a las mujeres,
2. redefinir nuestra masculinidad y
3. luchar contra la violencia de género.
Estos tres puntos están resumidos, tras una extensa introducción tuya en: http://heterodoxia.wordpress.com/mister-proper-ahora-es-don-limpio-un-poco-de-historia
1. Posiblemente yo sea fascista, según tu demostrada sagacidad definitoria, puesto que no trato como iguales a las mujeres sino que trato como iguales a todas las personas, incluidos a nuestros hijos e hijas.
2. Seguramente que formo parte del fascio porque desde mi indefinida masculinidad (machista según tus cariñosas palabras) ejercí de padre en los 17 años que he compartido con mis hijos, asumiendo los roles de paternidad en todo su significado, que es muchísimo aquí en Catalunya. No te los explico pues no sé si eres padre y en caso de serlo, cuál es tu rol. No deseo crear otro animado debate.
3. Y por último, debo ser un abyecto fascista que no está en contra de la violencia de género porque simplemente estoy en contra de la violencia contra las personas y los seres vivos.
Como ves, tus calificaciones hacía mi actitud no me sorprenden, puesto que antes de que pudieras llegar a esos tres puntos teóricos yo ya los había superado hace mucho tiempo.
Solo me resta pedirte que reflexiones sobre si podemos pedir la custodia compartida de las niñas. Te doy la idea y lo puedes añadir en tu manifiesto.
Saludos, Félix
PDT: No incluyo su mensaje en el que me indica que no me publica el comentario pero sigue calificándome como fascista. Qué le vamos a hacer… es su discurso.