– Por los pelos.


Escribo esto en caliente, en la comisaría. Afortunadamente no como detenido sino para denunciar el incumplimiento del regimen de visitas por parte de mi ex.
¡Qué vergüenza que he pasado! ¡Dios !
Ha venido una patrulla de Mossos d’Esquadra para interrogarme y ver qué hacia en la puerta del domicilio de mis hijos.


Les comento que no soy un delincuente y me contestan que han venido para evitar que pueda realizar algo delictivo.
¡Qué fuerte !
Un padre divorciado, que va a recoger a sus hijos cuando le tocan por sentencia y mi ex llama a la policía. Son ganas de complicar más la vida a mis hijos y a mí.
¡Menos gastos con tanta tontería!
¿No es absurdo todo esto?
Venga, por favor, custodia compartida ya… y dejémonos de tanta hipocresía.

El afecto de mis hijos


Poco a poco, pienso, perderé el afecto de mis hijos. Por un lado, la manipulación que el cónyuge que motiva la separación o que vive del rencor puede generar en la hija o hijo. Dicha manipulación puede dar lugar al SAP (Sindrome de Alienación Parental). Por otro lado, el roce hace el cariño y el vivir separado de mis hijos propiciará que se separen afectivamente de mi.

Cuando vengan a casa de mi madre, en Barcelona, vivirán dos días en un cuarto, dispondré de muy poco dinero para salir o llevarlos fuera de la ciudad. Ellos están acostumbrados a ir a la playa, a la montaña, salir por nuestro pueblo, ir con sus amigos… Eso es difícil que lo pueda equilibrar. Al final puede que piensen que lo más cómodo es estar con su madre en nuestra casa con el jardín, la canasta de basquet, saliendo con los amigos a la calle… actividades que no podré proporcionarles.

Le pedí a esa extraña que vivía conmigo que me rebajara 150 € de la pensión para utilizarlos con mis hijos, y así poder salir uno de los fines de semana a un hotel. Se lo pedí por favor, sin que mediara SU abogada pues pensaba que ella me comprendería mejor que SU abogada. Tras 15 segundos de silencio al teléfono me dijo: ahora hablo con mi abogada.

Pensé que era comprensiva y actuaba de forma responsable, como Ex y como madre… Ni mucho menos. Un pollo le montó SU abogada al mío. Nos amenazó con un plazo de horas. Acepté. Ya sé cómo es y mejor que no pida nada pues nada me dará.

Ahora es el momento de mis hijos, de su afecto y cuidado. Debo pensar en cómo compensar esta situación de desequilibrio e injusticia. Lo demás… ella se lo encontrará.